martes, 20 de julio de 2010

CENTROS DE VIDA

CENTROS DE VIDA

Entre Bartleby y el Sha de Bla


En su libro "Bartleby y compañía" el escritor catalán Enrique Vila-Matas se propone rastrear a los artistas del NO, aquellos que se enfrentaron a la imposibilidad de escribir y la posibilidad de hacerlo, inspirado en el relato de Herman Melville, "Bartleby".
Qué es la escritura? Dónde está? nos pregunta. A mi me gustaría responderle como "el Sha de Bla", personaje de Salman Rushdie en su novela "Haroun y el Mar de las Historias" cuando su hijo quiere saber de dónde saca sus cuentos: por supuesto "Del gran Mar de las Historias", responde el Sha de Bla. Pero hasta al Sha de Bla le atacó el síndrome de Bartleby cuando ante un enorme auditorio abrió la boca y descubrió que no tenía más cuentos que contar.
Y Vila-Matas al igual que Rushdie nos lleva en un singular viaje contra el silencio, buscando el grifo invisible del que salen las cálidas aguas de las historias, y yo me pregunto qué historias contar, y mientras, me sigo escondiendo en las historias de los otros como la vicaria que dice mi amiga Monica que soy.

jueves, 8 de julio de 2010

Kafka en la orilla - Haruki Murakami



"A veces, el destino se parece a una pequeña tempestad de arena que cambia de dirección sin cesar."
Al inicio de "Kafka en la orilla", cuando Kafka Tamura, el joven llamado Cuervo, de tan sólo 15 años decide marcharse de su casa, Haruki Murakami nos regala esta bella figura de la tempestad de arena, tempestad que nos persigue a donde quiera que nos movamos, porque no viene de afuera, porque tu eres la tormenta.
Al leer este libro te encuentras con 3 relatos aparentemente inconexos: el de las aventuras de Kafka Tamura que escapa de su casa y termina viviendo en el rincón de una biblioteca, el relato de un incidente ocurrido alrededor de 1944 en el que 16 niños que van de excursión con su maestra a la montaña pierden el sentido por más de 2 horas, inexplicablemente, y el relato de lo que le sucede a Nakata, que conoce el lenguaje de los gatos, que habla con ellos, que anda rescatando gatos extraviados y que ha perdido la mitad de su sombra.
La historia te atrapa, entras a la fantasía de Murakami con total comodidad, hasta intenté, en algún descanso de la lectura, hablar con Lucero, la gata de mi vecina, desafortunadamente hay pocos como Nakata.
Y vas leyendo acerca de tus propias búsquedas, de la terrible confusión que es a veces vivir, de la soledad que es siempre vivir.
"Pero dentro de nuestra cabeza, porque creo que es ahí donde debe de estar, hay un pequeño cuarto donde vamos dejando todo esto en forma de recuerdos. Seguro que es algo parecido a las estanterías de esta biblioteca. Y nosotros, para localizar dónde se esconde algo de nuestro corazón, tenemos que ir haciendo siempre fichas catalográficas. Hay que limpiar, ventilar la habitación, cambiar el agua de los jarrones de flores. Dicho de otro modo, tú deberás vivir hasta el fin de tus días en tu propia biblioteca."