jueves, 26 de agosto de 2010

Toña


Te recuerdo sentada en la terraza hablando del esplendor de tu hacienda, de lo linda que era tu madre, de tu hermano asesinado, nunca de mi abuelo, siempre de Deyanira.
Con tu muerte los pozos dejaron de ser nombrados, pero no han desaparecido.

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